Te decía antes que tengo 83 años, pero eso no es exactamente así. Me desperté hace cuatro días en el estudio que teníamos (tú y yo, claro) en la calle Duquesa, en nuestro cuerpo de 22 años, pero mi mente no es ni la de un anciano de 83 ni la de un chaval de 22. Es algo muy raro: en mi memoria se mezclan los recuerdos recientes del David veinteañero y del octogenario.
Mensaje 2: ¿Porqué a ti?
Mensaje 2: ¿Porqué a ti?
Mensaje 2: ¿Porqué a ti?
Te decía antes que tengo 83 años, pero eso no es exactamente así. Me desperté hace cuatro días en el estudio que teníamos (tú y yo, claro) en la calle Duquesa, en nuestro cuerpo de 22 años, pero mi mente no es ni la de un anciano de 83 ni la de un chaval de 22. Es algo muy raro: en mi memoria se mezclan los recuerdos recientes del David veinteañero y del octogenario.